Nosotras nos adentramos en los bosques , buscando plantas curativas…( BUSCA TUS PLANTITAS!!!!!… )
y ellas danzan, porque las plantas y ella, tienen intuición, lo que la humanidad llama intuición. Y entonces se conjuntan: los vientos, los fuegos y el aire. Los vientos que dirigen los océanos, el aire que dirige hacia dónde van las estrellas, y el fuego que viene del profundo sentir.
Ese intercambio de energía entre la planta y la mujer, activa el centro cristal de la tierra! Es un triángulo de sanación, un triángulo de vida.
Katrini:
Estoy viendo varías mujeres, supongo que son las del Arca, no les veo bien los rostros, y cada una tiene una coquita de barro. Están con un mortero, amorosa y feliz, haciendo preparaciones para sanar. Y cuando las hace, las estoy viendo en estado de percepción.
…Y entonces, esto era lo que se llamaba hechicería, porque era la comunión de energías que se hacían con la tierra, y el hombre aprendió la hechicería; pero la mujer le imprime la luz de los senos, y la fuerza del útero; donde más se magnifica el magnetismo; sí!
Esa es la fuerza de preparar los alimentos. Esa es la simbología que hay, y porqué la mujer se relaciona con la preparación de lo que se “ingesta”; es el alimento. Así, coge tu cuenquita de barro, y junta varias hojitas y flores, medita con ellas; sé feliz. Siéntete por dentro completa, y verás cómo sanan tus plantas.
Uno de estos druidas contemporáneos es Diego Arregui, que promueve intercambios de conocimientos con los hombres sabios de la selva amazónica en el estado de Acre (Brasil).
Este intercambio cultural, a través de las plantas medicinales, que lleva a una profunda reflexión sobre la preservación del planeta, enriquecerá tanto a nuestro druida como a los chamanes como al resto de la humanidad.
